EDITORIAL
Se hace una necesidad impostergable para la dirección política del Movimiento Unitario de los Trabajadores de CADAFE (MUTC), que nuestra posición como movimiento sea difundida y expresada con un contenido desde el punto de vista ideológico y político, que impulse a la clase trabajadora no solo de CADAFE, sino de toda Venezuela a asumir el papel protagónico como clase social determinante y fundamental en el desarrollo del actual proceso político que vive nuestro país, comprendiendo que hemos participado en todas las luchas como pueblo y no como clase, la cual, esta convocada a cumplir diferentes objetivos históricos y políticos en el desarrollo por la construcción del socialismo. Es así entonces, que una de nuestras tareas y posición fundamental debe ser la continuación de la línea de defensa que trazamos en lo años 1980 y 1990, en contra de la Globalización Económica implementadas por los centros de poder económicos mundiales, expresadas en diversas políticas antinacionales implementadas en el país por gobiernos anteriores, pudiendo señalar entres otras: a la PRIVATIZACION, FLEXIBILIZACION LABORAL, APERTURA ECONÓMICA Y RECONVERSION INDUSTRIAL, todas ellas fueron nefastas para la clase trabajadora y el pueblo sembrando la miseria y la exclusión en el seno de la familia venezolana, dejando como saldo negativo en la clase trabajadora, más del 17% de desempleo en el año 1999, entrega de las prestaciones sociales de todos los trabajadores venezolanos a los sectores patronales (esto no sucedió en CADAFE, porque nosotros nos opusimos), desconocimiento de las pensiones y jubilaciones de trabajadores del sector público, entre otros efectos.
Se trata entonces, que ahora, los trabajadores como clase, debemos diseñar una línea ofensiva para el mejoramientos de nuestras reivindicaciones, sino también defender aspectos determinantes y fundamentales en la vida política de la clase trabajadora y nuestro pueblo, como lo son: los derechos políticos, el derecho a implementar una economía independiente y soberana como nación donde no solamente debemos proponer soluciones proactivas para el mejor desarrollo de las actividades y planes, sino también, hacer el esfuerzo de realizarlas y la más importante de todas la defensa del socialismo.
Comprendemos que esto no es fácil, estamos en una fase del proceso que si bien hay algunas conquistas esenciales logradas, esta planteado un camino largo y escabroso para seguir luchando, porque estamos en medio de un parto histórico, existe un modelo económico injusto que no termina de morir que es la sociedad capitalista y se esta planteando una sociedad más humana, más justa y equitativa, esa es la sociedad que no termina de nacer, el socialismo. Esa lucha esta planteada en el plano concreto de la manera siguiente: Existe una realidad concreta en donde muchos derechos son violados, existe mucha injusticia, muchos organismos ineficientes, muchos funcionarios que no cumplen con los derechos de los trabajadores, etc., esa es la sociedad que no termina de morir. También existe un sueño, un planteamiento de justicia de equidad de respeto a los derechos de todos, de respeto a la vida, a la participación, al estudio, a la alimentación, una sociedad como la Constitución Nacional lo establece: “un estado de justicia y de derecho” esa es la sociedad que no termina de nacer, pero aun más allá de esta constitución debe nacer el socialismo y para ello los trabajadores debemos pelear y luchar todos los días, ésta contradicción principal es la que viene rigiendo el proceso político venezolano y debemos con habilidad manejarla para saber dirigir nuestras acciones políticas y sindicales.
DANIEL DURAN CASTRO
